HOSPITAL LA FE
GEMMA LEIVA AGUADO , FAUSTINO ALVAREZ CEBRIAN , ALVARO CASTELLANO ORTEGA
El envejecimiento de la población, las comorbilidades, se traduce en un incremento de la complejidad de los pacientes ingresados en los hospitales. En este contexto adquiere importancia la mayor vigilancia en las plantas de hospitalización y una mayor competencia técnica del personal sanitario a cargo de estas para evitar el cuidado subóptimo derivado de la falta de reconocimiento de un posible deterioro clínico donde se hace relevante la prevención. Entre 6 y 24 horas previas al desarrollo de un evento adverso grave (insuficiencia respiratoria aguda, shock séptico, insuficiencia renal aguda o hepática y por supuesto algunos tipos de parada cardiorrespiratoria) se producen una serie de anomalías fisiológicas. Entre las más frecuentemente encontradas destacan, por su sensibilidad y especificidad, alteraciones en signos vitales básicos como la frecuencia respiratoria, la frecuencia cardíaca, la oxigenación arterial o la función mental. En ocasiones estos cambios en los signos vitales básicos se pasan por alto, se malinterpretan o se tratan de forma inadecuada lo que, sin duda, condiciona retrasos diagnósticos o terapéuticos, cuando no tratamientos inadecuados.
Muchas muertes hospitalarias son potencialmente predecibles y evitables, a partir de la identificación precoz del proceso de agravamiento del paciente. Una de las soluciones a este problema ha sido la creación del programa de respuesta rápida (SRR) y cuidados post-UCI.
Los SRR están formados por personal de cuidados intensivos, habitualmente un médico y enfermeras que responden a las llamadas del personal de la planta o de urgencias tras la detección de pacientes en riesgo a partir de una lista de criterios. Se inicia respuesta coordinada y efectiva donde el personal de la unidad de cuidados intensivos, Colaborar con el personal de planta de hospitalización en la identificación, atención y seguimiento en las tres esferas ( física, psíquica y mental) de pacientes con deterioro o riesgo de deterioro agudo durante su estancia hospitalaria pudiendo incluir el desarrollo de un proceso diagnóstico, la incorporación de cuidados más especializados o bien el desplazamiento del paciente a una unidad de críticos iniciándose un proceso de acompañamiento con soporte emocional a paciente y familia en la transición a cuidados intensivos.
Por otro lado, los avances en el tratamiento y cuidado del paciente crítico han incrementado la supervivencia tras el alta de la unidad de cuidados intensivos , La gravedad y fragilidad de los pacientes ingresados se ha incrementado lo que unido a la estancia prolongada y necesidades de tratamiento especiales determina que los pacientes supervivientes a la UCI presenten características específicas que pueden acompañar al paciente por largos períodos. Dichas características incluyen debilidad física, alteraciones mentales o cognitivas que, aisladas o en conjunto, interfieren con la calidad de vista del paciente y de su familia. En este sentido, nuestro programa proporciona un Seguimiento multidisciplinar del paciente de estancia prolongada en UCI tras alta a hospitalización y domiciliaria , para la adecuada atención y seguimiento del síndrome post-UCI, facilitando y colaborando en la oportuna integración sociofamiliar del paciente y su familia.
Muchas muertes hospitalarias son potencialmente predecibles y evitables, a partir de la identificación precoz del proceso de agravamiento del paciente. Una de las soluciones a este problema ha sido la creación del programa de respuesta rápida (SRR) y cuidados post-UCI.
Los SRR están formados por personal de cuidados intensivos, habitualmente un médico y enfermeras que responden a las llamadas del personal de la planta o de urgencias tras la detección de pacientes en riesgo a partir de una lista de criterios. Se inicia respuesta coordinada y efectiva donde el personal de la unidad de cuidados intensivos, Colaborar con el personal de planta de hospitalización en la identificación, atención y seguimiento en las tres esferas ( física, psíquica y mental) de pacientes con deterioro o riesgo de deterioro agudo durante su estancia hospitalaria pudiendo incluir el desarrollo de un proceso diagnóstico, la incorporación de cuidados más especializados o bien el desplazamiento del paciente a una unidad de críticos iniciándose un proceso de acompañamiento con soporte emocional a paciente y familia en la transición a cuidados intensivos.
Por otro lado, los avances en el tratamiento y cuidado del paciente crítico han incrementado la supervivencia tras el alta de la unidad de cuidados intensivos , La gravedad y fragilidad de los pacientes ingresados se ha incrementado lo que unido a la estancia prolongada y necesidades de tratamiento especiales determina que los pacientes supervivientes a la UCI presenten características específicas que pueden acompañar al paciente por largos períodos. Dichas características incluyen debilidad física, alteraciones mentales o cognitivas que, aisladas o en conjunto, interfieren con la calidad de vista del paciente y de su familia. En este sentido, nuestro programa proporciona un Seguimiento multidisciplinar del paciente de estancia prolongada en UCI tras alta a hospitalización y domiciliaria , para la adecuada atención y seguimiento del síndrome post-UCI, facilitando y colaborando en la oportuna integración sociofamiliar del paciente y su familia.
Cuidados intensivos, deterioro clínico grave, síndrome post UCI, hospitalización.