Érase una vez un materno infantil

Hospital Universitario Torrecárdenas
Juan Manuel Miras García, Antonia Alcaraz Guirado, Gádor Ramos Bosquet, Lorena García Aguilar, Lourdes Rodríguez Pardo, María del Mar Bautista Valero, Jesús Mateo Segura, Encarnación Portero Salmerón, Yolanda Martín Cruz
Existe evidencia científica que el entorno físico en que se prestan los cuidados sanitarios tiene un impacto en la salud y el bienestar de los pacientes. Esta evidencia, junto a la necesidad de cumplir con estándares en la atención de la infancia, hace que cada vez seamos más conscientes de la importancia que tienen para la calidad de vida del paciente pediátrico, los factores organizativos y físicos del entorno hospitalario.
Siendo conscientes de los beneficios que la humanización del entorno ejerce sobre la salud y estado de ánimo de los pacientes de todas las edades, familiares y personal sanitario, trabajamos diariamente en la consecución y desarrollo de iniciativas que transformen entornos sanitarios en espacios amables.
En tal sentido, este proyecto se centró en la revisión de algunas consideraciones sobre la humanización en el contexto hospitalario, así como algunas medidas adaptadas a las características del niño hospitalizado.
Los niños están enfermos, pero siguen siendo niños, y como tal tienen unos derechos recogidos desde la normativa europea (Carta Europea de los niños hospitalizados) hasta la autonómica recogidos en el decreto 246/2005, de 8 de noviembre, por el que se regula el ejercicio del derecho de las personas menores de edad a recibir atención sanitaria en condiciones adaptadas a las necesidades propias de su edad y desarrollo y se crea el Consejo de Salud de las Personas Menores de Edad.
En el decreto autonómico, el Artículo 11. Educación formal, formación y ocio durante el ingreso hospitalario y durante la asistencia periódica frecuente.
Especifica en sus apartados 2, 3 y 5.
Nuestro objetivo es crear y adaptar espacios hospitalarios a entornos más saludables, conformando una estructura física muy favorecedora, infraestructura humanizada que proporciona bienestar físico y ambiental óptimo para pacientes, profesionales y familias, con espacios funcionales, eficientes, ergonómicos.
Resultado de estos cambios surgen el cine “En el hospi se está de cine “, la sala gaming, la sala de juegos “El cubo mágico”, las tres aulas hospitalarias, el parque infantil “La pecera”, la terraza de USMIJ (Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil), “La terraza de mi recreo” y “El circuito marino”.
Con este proyecto funcional se ofrece conceptos como la empatía, el humanismo la sensación de confort y seguridad centrándose en el bienestar del niño y de su familia. Es algo nuevo y diferente en la que intervienen todas las perspectivas que hacen que las estancias sean humanas: accesibilidad, uso de materiales e imágenes saludables, confort lumínico, visual, térmico y acústico. En definitiva, espacios ausentes de estrés y amables: “Espacios mágicos”.
Terraza,pecera, cubo, cine, circuito marino
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