COMPLEXO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO DE OURENSE
SANDRA RODRÍGUEZ RAMOS, CÁNDIDO AMORÍN FIUZA, FLORA TRUJILLO JERICÓ, MARIA DEL MAR RAÑA VÁQUEZ, MARIA BEGOÑA GARROTE RODRÍGUEZ, ÁNGELES RODRÍGUEZ ÁLVAREZ
En el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense se ubica el Hospital de Día de Psiquiatría. En este mismo centro se llevan a cabo proyectos enfocados a pacientes con trastorno mental grave. De entre todas las iniciativas consideramos de interés destacar tres por la gran aceptación de los pacientes y por contribuir a mantener estilos de vida saludables, así como su gran contribución a promover la cohesión grupal, la ayuda mutua y el autocuidado. No menos importante: promover la aceptación y mantenimiento de rutinas y pautas de trabajo. Estos son: huerta terapéutica, talleres de cocina saludable y taller de baile.
Desde el Hospital de Día de Psiquiatría se consideraba importante realizar actividades al aire libre, en contacto con la naturaleza, por lo que utilizar el huerto de la cubierta del hospital como recurso terapéutico junto con el huerto municipal cedido por el Ayuntamiento, fue una de las primeras alternativas para el desarrollo de terapias grupales.
En el huerto terapéutico participan el 100% de los pacientes del Hospital de Día de Psiquiatría. La cosecha se reparte entre estos, lo que también les aporta beneficios ya que, además de llevar una alimentación sana, disfrutan de la satisfacción de comer algo que ellos mismos han cultivado.
Los talleres de cocina saludable se enfocan también como herramienta de rehabilitación y de inclusión, sirviendo asimismo de escenario de aprendizaje de diferentes técnicas culinarias y de la importancia de la higiene individual. Además de enseñarles recetas beneficiosas (dulces y saladas), durante las sesiones, desarrolladas periódicamente, se les transmitieron consejos para mejorar sus hábitos alimenticios y promocionar su salud en general.
Por otro lado, existe evidencia en numerosos estudios científicos de que el ejercicio físico regular, de tipo aeróbico (entre el que se encuentra el baile) puede ser un enfoque adyuvante del tratamiento de los trastornos mentales: mejora el estado de ánimo y la función cognitiva, además retrasa y previene la aparición de demencia; contribuye a mejorar la autoestima y el aislamiento social, tan importantes en patologías como la esquizofrenia y las alteraciones de la imagen corporal. Puede ser una alternativa no farmacológica para el tratamiento de los trastornos del sueño, aporta estilos de afrontamiento efectivos y positivos del estrés, contribuyendo al tratamiento de los trastornos de ansiedad, conversivos y dependencia de sustancias, entre otros.
La diversión a través de la música, el baile, el ritmo o el ejercicio físico, el cuidado de la huerta, los talleres de cocina, etc., estimulan las relaciones entre los participantes, además de ayudarles a adquirir hábitos saludables y a desarrollar la coordinación de movimientos, la atención y la concentración. En iniciativas coma estas, el rol de las personas con trastorno mental grave pasa a ser el de un alumno, no el de un enfermo, lo que favorece que desarrolle su propia identidad apartada de la del paciente, y que se muestren como son, lo que influye positivamente en su propia autoestima.
Estas actividades consiguen cambios asociados con el estilo de vida, los cuales, contribuyen también a mejorar el pronóstico de muchos pacientes.
Desde el Hospital de Día de Psiquiatría se consideraba importante realizar actividades al aire libre, en contacto con la naturaleza, por lo que utilizar el huerto de la cubierta del hospital como recurso terapéutico junto con el huerto municipal cedido por el Ayuntamiento, fue una de las primeras alternativas para el desarrollo de terapias grupales.
En el huerto terapéutico participan el 100% de los pacientes del Hospital de Día de Psiquiatría. La cosecha se reparte entre estos, lo que también les aporta beneficios ya que, además de llevar una alimentación sana, disfrutan de la satisfacción de comer algo que ellos mismos han cultivado.
Los talleres de cocina saludable se enfocan también como herramienta de rehabilitación y de inclusión, sirviendo asimismo de escenario de aprendizaje de diferentes técnicas culinarias y de la importancia de la higiene individual. Además de enseñarles recetas beneficiosas (dulces y saladas), durante las sesiones, desarrolladas periódicamente, se les transmitieron consejos para mejorar sus hábitos alimenticios y promocionar su salud en general.
Por otro lado, existe evidencia en numerosos estudios científicos de que el ejercicio físico regular, de tipo aeróbico (entre el que se encuentra el baile) puede ser un enfoque adyuvante del tratamiento de los trastornos mentales: mejora el estado de ánimo y la función cognitiva, además retrasa y previene la aparición de demencia; contribuye a mejorar la autoestima y el aislamiento social, tan importantes en patologías como la esquizofrenia y las alteraciones de la imagen corporal. Puede ser una alternativa no farmacológica para el tratamiento de los trastornos del sueño, aporta estilos de afrontamiento efectivos y positivos del estrés, contribuyendo al tratamiento de los trastornos de ansiedad, conversivos y dependencia de sustancias, entre otros.
La diversión a través de la música, el baile, el ritmo o el ejercicio físico, el cuidado de la huerta, los talleres de cocina, etc., estimulan las relaciones entre los participantes, además de ayudarles a adquirir hábitos saludables y a desarrollar la coordinación de movimientos, la atención y la concentración. En iniciativas coma estas, el rol de las personas con trastorno mental grave pasa a ser el de un alumno, no el de un enfermo, lo que favorece que desarrolle su propia identidad apartada de la del paciente, y que se muestren como son, lo que influye positivamente en su propia autoestima.
Estas actividades consiguen cambios asociados con el estilo de vida, los cuales, contribuyen también a mejorar el pronóstico de muchos pacientes.
HOSPITAL DE DÍA