Los pacientes en unidades de hospitalización psiquiátrica enfrentan un entorno emocionalmente desafiante, marcado por vulnerabilidad, miedo y ansiedad. Estas condiciones generan respuestas de agitación psicomotriz que afectan tanto a los pacientes como a los profesionales, requiriendo a veces medidas restrictivas, como sujeción o aislamiento, que la OMS considera contrarias a los derechos humanos. El estigma hacia las personas con problemas de salud mental también deteriora la calidad de la atención, generando desconfianza en el sistema sanitario.
Frente a este problema, entornos terapéuticos como salas de confort o espacios Snoezelen han demostrado ser útiles para la regulación emocional, pero muchas unidades carecen de espacio o recursos para habilitarlos. En respuesta, se desarrolló un dispositivo portátil multisensorial que convierte cualquier área en un entorno terapéutico temporal, adaptando estímulos visuales, auditivos, táctiles y olfativos según las necesidades de los pacientes. Este dispositivo busca reducir la ansiedad, la agitación y el dolor psíquico, mejorando el vínculo terapéutico, la percepción de seguridad y la calidad asistencial.
Planificación y Cronograma del Desarrollo
El proyecto cuenta con el apoyo del Hospital Universitario del Sureste (HUS) y se alinea con las directrices de la Guía de Buenas Prácticas de la RNAO sobre cuidados centrados en la persona. El cronograma incluye:
Enero 2024: Diseño del dispositivo y aprobación del protocolo de investigación.
Junio 2024: Inicio del estudio piloto en la unidad de hospitalización psiquiátrica del HUS, con recolección de datos.
Octubre 2024: Análisis preliminar de los datos en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria.
Enero 2025: Publicación de resultados.
Febrero 2025: Implementación multicéntrica en cuatro hospitales.
Marzo 2025: Estudio piloto en la UCI del HUS.
Enfoque Metodológico
El estudio combina métodos cuantitativos y cualitativos para evaluar el impacto del dispositivo en la reducción de la agitación, ansiedad y dolor psíquico.
Agitación: Evaluada mediante la escala PANSS-EC, con una reducción significativa (p = 0.0005) de los puntajes de 13.28 a 9.17.
Ansiedad: Medida con el STAI-S, se redujo de 12.13 a 9.13 (p = 0.00005).
Dolor psíquico: Aunque no se obtuvo una diferencia significativa (p = 0.061), los resultados indican la posibilidad de efectos relevantes con una mayor muestra.
Aceptación del dispositivo: Un 100% de los encuestados recomendó su uso, con un valor p de 1,49e-08.
El análisis cualitativo identificó mejoras en la relajación, reducción de pensamientos negativos, alivio del estrés y mejora del vinculo con los profesionales de la salud.
Innovación y Estrategia de Difusión
Este dispositivo destaca por su portabilidad y modularidad, a diferencia de las salas de confort fijas. Su estrategia de divulgación incluye presentaciones en congresos y jornadas nacionales e internacionales, publicaciones en revistas de alto impacto, a través de patrocinadores, y divulgación en medios de comunicación a nivel regional y nacional con el apoyo del equipo del HUS.
Conclusión
Este dispositivo multisensorial representa una innovación significativa en la atención a pacientes con síntomas agudos en unidades psiquiátricas. Su capacidad para mejorar la experiencia hospitalaria mediante la regulación emocional refuerza su potencial como herramienta replicable en diversos entornos clínicos.
Esta vulnerabilidad en muchas ocasiones se ve agravada por el estigma asociado a las personas con problemas de salud mental. Este estigma no solo es social, sino que también se encuentra presente dentro de los propios servicios sanitarios, influyendo en la atención que reciben los pacientes. Las percepciones negativas y los prejuicios hacia las personas con problemas de salud mental afectan la forma en que se les brinda asistencia, lo que puede resultar en una menor empatía, una atención mecanizada y una peor calidad asistencial. Además, los pacientes interiorizan este estigma, lo que lleva a un acceso limitado a los tratamientos, baja adherencia terapéutica y un deterioro en la relación con los profesionales de la salud. Estas dinámicas deterioran el vínculo terapéutico, esencial para la recuperación, generando un círculo vicioso que perpetúa el sufrimiento emocional.
Ante esta situación, las medidas restrictivas, como la sujeción física o el aislamiento, a menudo utilizadas para controlar la agitación y los episodios de crisis, no hacen más que reforzar la percepción de desamparo, aumentando la desconfianza hacia el sistema de salud. Incluso estas medidas son definidas por la Organización Mundial de la Salud como contrarias a los derechos humanos.
Desde hace un tiempo, se ha constatado la utilidad de los entornos más amables, como las salas de confort o los espacios Snoezelen, para la mejora de la regulación emocional. Estos entornos proporcionan a los pacientes un espacio seguro donde pueden relajarse y desconectar de los estímulos estresantes del entorno. Sin embargo, muchas unidades de hospitalización, incluidas aquellas con limitaciones estructurales como el Hospital Universitario del Sureste (HUS), carecen de los recursos o el espacio físico necesario para habilitar estas áreas de confort permanentes. Esto ha motivado la necesidad de innovar y desarrollar soluciones que permitan llevar las intervenciones neurosensoriales directamente a los espacios disponibles dentro de la unidad.
En respuesta a esta situación, se diseña un dispositivo portátil multisensorial denominado Mesa sensorial, cuya función es convertir cualquier área de la unidad de hospitalización de psiquiatría en un entorno terapéutico temporal. Este dispositivo integra múltiples estímulos sensoriales visuales, auditivos, táctiles, olfativos y sensoperceptivos que se pueden adaptar a las necesidades emocionales de cada paciente. Las actividades neurosensoriales buscan generar una reducción significativa de la ansiedad, la agitación y el dolor psíquico, proporcionando a los pacientes y a los profesionales de la salud herramientas para mejorar la regulación emocional y el vínculo terapéutico.
Tras el estudio, diseño del dispositivo y su desarrollo, se realizó un piloto inicial en el HUS, donde se implementaron intervenciones individuales y grupales con el dispositivo multisensorial. Experiencialmente tanto los profesionales como los paciente sintieron una disminución significativa de los niveles de agitación y ansiedad, así como un aumento en la sensación de bienestar. Los testimonios de los pacientes resaltaron beneficios como la capacidad para relajarse, la reducción de la tensión muscular y una mayor sensación de control sobre sus emociones. Estos hallazgos motivaron la decisión de formalizar un estudio piloto, que se estructuró en colaboración con el Comité de Ética del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y el apoyo metodológico de la Fundación para la Investigación e Innovación Biomédica de los Hospitales Universitarios Infanta Leonor y del Sureste.
Esta innovación se alinea con los principios del paradigma del HUS de Atención Centrada en la Persona, promoviendo un enfoque más humanizado en la salud mental. Este proyecto se incluye dentro de las acciones de implantación de la Guía de Buenas Prácticas Cuidados Centrado en la Persona y la Familia de la RNAO (HUS candidato a sello BPSO, Centro de Excelencia del Cuidado®), la Comisión de Humanización y Calidad Percibida del HUS; y la Comisión de Humanización en Salud Mental del HUS.
La hipótesis fundamental es que la mesa sensorial no solo mejora la experiencia hospitalaria, el vínculo terapéutico, modula la ansiedad y la agitación lo que conllevará a reducir la necesidad de medidas coercitivas, previendo una mejora significativa en la calidad asistencial y una contribución a una atención más respetuosa y digna. De cara al futuro, el dispositivo será implementado en un estudio multicéntrico en diferentes hospitales, lo que permitirá evaluar su aplicabilidad en diversos entornos y consolidar la evidencia sobre su efectividad. Esta expansión ha sido posible gracias a la concesión de una beca del Consejo General de Enfermería, que permitirá la fabricación de nuevos dispositivos y su despliegue en otras unidades de hospitalización psiquiátrica a nivel nacional.
Ha tenido tanto calado, que se comenzará a desarrollarse en otras áreas de cuidados como la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde se ha realizado el diseño de protocolo de estudio y enviado al Comité de Ética para su aprobación.
El proyecto se ha estructurado en varias fases:
Enero 2024: Diseño del dispositivo y aprobación del protocolo de investigación por el Comité de Ética del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
Junio 2024: Inicio del estudio piloto en la unidad de hospitalización de psiquiatría del HUS, con recolección de datos durante cuatro meses (estudio abierto hasta inicio del multicéntrico para aumentar la N del piloto)
Octubre 2024: Análisis preliminar de los datos en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria.
Enero 2025: Publicación de resultados.
Febrero 2025: Inicio del estudio multicéntrico en cuatro hospitales de diferentes regiones tras la concesión de una beca del Consejo General de Enfermería.
Marzo 2025: Estudio piloto en UCI del HUS.
Análisis cuantitativo
Para evaluar la efectividad de las intervenciones sensoriales, se utilizan instrumentos validados en español para medir la agitación, la ansiedad y el dolor psíquico.
Agitación: Se emplea la escala PANSS-EC (Positive and Negative Syndrome Scale Excited Component), que mide los niveles de agitación psicomotriz.
Ansiedad: Se utiliza el Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI-S), una herramienta ampliamente validada para evaluar el estado de ansiedad.
Dolor psíquico: Se realiza una adaptación de la escala de Orbach para medir este tipo de malestar emocional.
Los datos recogidos se analizan mediante diferentes pruebas estadísticas.
Para los niveles de agitación, se utiliza la prueba de Wilcoxon para muestras relacionadas, dado que los datos no siguen una distribución normal en ambas fases (pre y post intervención).
Para la ansiedad, tras confirmar la normalidad de los datos mediante la prueba de Shapiro-Wilk, se aplica una prueba t de muestras relacionadas, obteniendo una evaluación precisa de la significancia del cambio.
En el caso del dolor psíquico, la prueba de normalidad Shapiro-Wilk determina la necesidad de emplear nuevamente la prueba de Wilcoxon.
Adicionalmente, se realiza una prueba binomial para evaluar la aceptación del dispositivo, determinando si la proporción de pacientes que recomendarían su uso es significativamente superior al 50%. Los resultados han demostrado una alta aceptación, con un valor p que confirma la relevancia estadística de esta evaluación.
Análisis cualitativo
De forma complementaria, se realiza un análisis cualitativo basado en un enfoque de análisis temático. Se recopilan testimonios de los pacientes sobre su experiencia con el dispositivo multisensorial, prestando especial atención a sus percepciones sobre el impacto de las actividades sensoriales en su estado emocional. Los pacientes describen con frecuencia beneficios como una mayor relajación, la reducción de pensamientos negativos y el alivio de tensiones físicas. Algunos participantes reportan respuestas emocionales profundas que les ayudan a explorar sensaciones internas previamente no identificadas.
Este análisis temático permite identificar patrones recurrentes, así como áreas de mejora. Las opiniones también revelan la necesidad de personalizar las intervenciones sensoriales, especialmente en casos donde se registraron reacciones adversas como sobreestimulación.
Los resultados del estudio piloto son analizados por los investigadores con el apoyo metodológico de la Universidad Francisco de Vitoria, y los hallazgos preliminares impulsan la ampliación del proyecto a un estudio multicéntrico que incluirá cuatro hospitales adicionales. Este enfoque metodológico permite no solo validar la eficacia del dispositivo, sino también generar conocimientos transferibles a otros entornos clínicos
El dispositivo multisensorial representa una solución innovadora para los retos asistenciales de las unidades de salud mental, proporcionando a los pacientes un entorno terapéutico flexible que favorece la regulación emocional, mejora los resultados de salud y fortalece la relación terapéutica. Esta iniciativa busca establecerse como una práctica replicable y transferible, contribuyendo a la mejora continua de la calidad asistencial en el ámbito de la salud mental.
Se exponen a continuación los resultados significativos obtenidos:
Respecto a la disminución de la agitación:
La utilización del dispositivo multisensorial tuvo un impacto significativo en la reducción de los niveles de agitación psicomotriz de los pacientes hospitalizados. Los resultados obtenidos mediante la escala PANSS-EC muestran una disminución estadísticamente significativa en los puntajes totales tras la intervención multisensorial. La media de los puntajes de agitación pre-intervención fue de 13.28, mientras que la media post-intervención se redujo a 9.17. Esta reducción fue corroborada por la prueba de Wilcoxon, la cual arrojó un p-valor de 0.0005, indicando que el efecto del dispositivo no fue producto del azar.
Respecto a la ansiedad:
La intervención multisensorial mostró un efecto significativo en la reducción de los niveles de ansiedad de los pacientes hospitalizados. Los resultados de la escala STAI-S revelaron que la media de ansiedad pre-intervención fue de 12.13 (DE = 2.72), mientras que la media post-intervención disminuyó a 9.13 (DE = 2.67). La prueba de normalidad de Shapiro-Wilk confirmó que ambas distribuciones eran normales (p = 0.301 en la fase pre y p = 0.150 en la fase post) (Anexo 1).
Para evaluar la significancia del cambio, se aplicó una prueba t de muestras relacionadas, obteniéndose un estadístico de 5.00 (p = 0.00005), lo que indica una reducción estadísticamente significativa en los niveles de ansiedad después de la intervención (Anexo 1). Estos resultados sugieren que el uso del dispositivo multisensorial es efectivo para disminuir la ansiedad, contribuyendo a la regulación emocional de los pacientes y a una experiencia más positiva durante su hospitalización.
Respecto al dolor psíquico:
Se realizó un análisis para evaluar los cambios en el dolor psíquico antes y después de la intervención, utilizando las columnas total dolor psíquico pre y total dolor psíquico post. Primero, se aplicó la prueba de normalidad Shapiro-Wilk, la cual mostró que los datos pre intervención seguían una distribución normal (p = 0.70), mientras que los datos post intervención no lo hacían (p = 0.028). Debido a esto, se utilizó la prueba de Wilcoxon para muestras relacionadas, obteniendo un estadístico de 12.0 y un valor p de 0.061, lo que indica que no hay una diferencia estadísticamente significativa entre ambos momentos (Anexo 1). Este resultado sugiere que la intervención no produjo un cambio significativo en el dolor psíquico, aunque el valor p está cerca del umbral de significancia, lo que podría ser relevante en estudios con mayor tamaño muestral.
Respecto a la recomendación del dispositivo a otros pacientes:
De un total de 30 encuestados, 26 pacientes respondieron afirmativamente a la pregunta de si recomendarían a otro paciente el dispositivo neurosensorial, mientras que 4 personas no proporcionaron respuesta (Anexo 1). La proporción de respuestas afirmativas sobre las respuestas efectivamente dadas fue del 100%. La prueba binomial realizada para evaluar si esta proporción era significativamente superior al 50% resultó en un valor p de 1,49e-08, confirmando que la aceptación del dispositivo es estadísticamente significativa con un alto nivel de confianza.
Análisis cualitativo (Anexo 1):
El análisis cualitativo de las opiniones de los pacientes muestra que el dispositivo multisensorial tiene una aplicabilidad significativa en la práctica clínica, particularmente en la mejora de la calidad asistencial a través de la regulación emocional, la reducción del estrés y la promoción de la relajación. La mayoría de los pacientes reportaron efectos positivos, destacando una mayor capacidad para relajarse, desconectar de pensamientos negativos y liberar tensiones físicas. Expresiones como «Me ha ayudado a relajarme», «Me ha ayudado a desconectar la mente» o «Sí, me he relajado» fueron recurrentes, lo que evidencia el éxito del dispositivo en generar un ambiente seguro y relajante.
Algunos pacientes experimentaron una respuesta emocional intensa que les permitió explorar sensaciones internas que anteriormente no habían identificado. Un paciente comentó: «He notado cosas por dentro y localizado el dolor que no sabía que tenía», mostrando cómo la intervención multisensorial puede actuar como un catalizador de la autorreflexión emocional. Este tipo de respuesta puede ser especialmente relevante en el tratamiento de trastornos de salud mental, donde la toma de conciencia emocional y el manejo del dolor psíquico son fundamentales.
Sin embargo, no todos los pacientes reportaron resultados positivos. Algunos indicaron que la intervención tuvo un impacto neutral o limitado, con comentarios como «Ni fu ni fa» o «Normal». Estas respuestas sugieren la necesidad de ajustar la experiencia sensorial a las preferencias individuales para mejorar la efectividad. Además, se registró un caso de aumento de agitación debido a la sobreestimulación, lo que pone de relieve la importancia de una evaluación previa para identificar la sensibilidad sensorial de cada paciente y prevenir reacciones adversas.
Las sugerencias de mejora recogidas en las opiniones de los participantes apuntan a la incorporación de elementos como sonidos de la naturaleza, ajustes en el ritmo de las proyecciones visuales, y la posibilidad de incluir experiencias táctiles como tocar agua o sentir aire en la cara. Estos comentarios destacan la necesidad de personalizar las intervenciones para optimizar la experiencia sensorial y mejorar los resultados clínicos.
Conclusiones
Los resultados de este estudio piloto destacan la efectividad del dispositivo multisensorial en la reducción de la agitación psicomotriz y los niveles de ansiedad en pacientes hospitalizados. La disminución significativa en los puntajes de agitación (PANSS-EC) y de ansiedad (STAI-S) confirma el impacto positivo de estas intervenciones en la regulación emocional de los participantes. Los análisis estadísticos, con p-valores altamente significativos, respaldan la robustez de estos hallazgos.
Sin embargo, en el caso del dolor psíquico, no se obtuvo una diferencia estadísticamente significativa tras la intervención, aunque el valor p cercano al umbral sugiere que podría haber relevancia en futuras investigaciones con muestras más amplias. Este aspecto resalta la necesidad de seguir explorando cómo optimizar las intervenciones para abordar mejor este tipo de malestar.
El análisis cualitativo refuerza la eficacia del dispositivo en términos de mejora de la relajación, reducción del estrés y desconexión de pensamientos negativos, elementos clave en el bienestar emocional de los pacientes. La aceptación del dispositivo fue unánimemente positiva entre quienes respondieron a la encuesta, con un 100% de recomendaciones afirmativas. Sin embargo, la personalización de las intervenciones se perfila como un área de mejora, ya que algunos pacientes experimentaron respuestas limitadas o reacciones adversas por sobreestimulación. Las sugerencias recibidas, como la incorporación de determinados sonidos y experiencias táctiles, ofrecen líneas claras de desarrollo para futuras implementaciones.
En conclusión, este estudio demuestra que el dispositivo multisensorial es una herramienta valiosa en la atención en pacientes con síntomas agudos ingresados en unidades de hospitalización de psiquiatría, con un alto potencial para mejorar la experiencia de hospitalización a través de la regulación emocional. No obstante, es crucial continuar perfeccionando y personalizando las intervenciones para maximizar su eficacia clínica y seguridad.
Con el estudio piloto abierto y el inicio del multicéntrico se conseguirán revisiones periódicas con repercusión en el Programa de implantación, rediseño del dispositivo y manual de las intervenciones. Estas revisiones se realizarán trimestralmente para implementar los cambios oportunos.
1. Presentación en Jornadas y Congresos
II Jornadas de Humanización: Humanizarte (octubre 2024) : Se presentó el dispositivo como innovación en humanización.
XIV Jornada Regional de Enfermería de Salud Mental (octubre 2024) : Se presentó como parte de atención a personas en crisis.
VII congreso internacional de investigación, formación & desarrollo enfermero Caminando hacia nuevos horizontes: Enfermería 2060 (Febrero 2025): Aceptada comunicación oral.
12ª Sesión. Seminario permanente de jóvenes investigadores en cuidados de salud mental A vueltas con la coerción: delimitando los cuidados en Salud Mental (4 de Marzo 2025): Ponencia aceptada.
Stand del dispositivo en el Acto de acreditación del HUS como Centro Comprometidos con la Excelencia en Cuidados (CCEC® / BPSO®) en abril de 2025.
Presentación en los congresos más importantes de Salud Mental y Psiquiatría tanto nacionales como no nacionales, con los avances encontrados de futuros análisis. Como los Congresos de AEEME, AEN, SEPSM O ECNP.
2. Publicaciones
Se baraja presentar este estudio preliminar en una revista de primer o segundo cuartil como la Revista de Psiquiatría y Salud Mental o Actas Españolas de Psiquiatría.
3. Eventos de Sensibilización y Formación
Jornadas Locales y Regionales: Se ha llegado a un acuerdo con los laboratorios Otsuka y Lundbeck para difundir conocimiento y empoderamiento enfermero, en donde se llevará este dispositivo a jornadas a nivel nacional, acordadas fechas para 6 comunidades autónomas antes del primer semestre de 2025.
Talleres y Simposios: A través del Instituto de Simulación de Salud Mental se ofrece una formación de este dispositivo para cualquier institución.
4. Colaboraciones con Medios de Comunicación
Se llevará un trabajo estrecho con el departamento de Comunicación del HUS para difundir la noticia a nivel de Comunidad de Madrid y llegar a prensa nacional.