Esta innovadora propuesta aspira a convertirse en una herramienta útil y habitual de los centros sanitarios para el abordaje de la salud desde sus 3 dimensiones, física, mental y social, teniendo siempre en cuenta que el objetivo es actuar lo más precozmente posible sobre éstas.
Con el diseño y uso responsable de los Espacios Ecosanitarios queremos poner de manifiesto cómo el entorno tiene un papel fundamental en la salud y en la calidad de vida del ciudadano y de la sociedad.
Con esta propuesta se plantea un cambio de paradigma en el abordaje de la salud por parte del sistema sanitario, de la sociedad general y del individuo en particular, de forma que cada uno de estos sectores entienda y quiera asumir su parte de corresponsabilidad en el proceso salud-enfermedad.
El desarrollo participativo, en red, de los Espacios Ecosanitarios, espacios salutogénicos, próximos a los centros de salud y al domicilio de las personas, pone de manifiesto cómo la modificación del entorno con un coste-efectividad positivo, y a través del personal sanitario y sociosanitario, influye de manera positiva en los factores o determinantes de la salud.
Desde estos espacios comunitarios se pretende promover de manera efectiva hábitos de vida saludables, con especial énfasis en los estilos de vida no sedentarios, y conseguir una sociedad en la que los individuos, familias y comunidades puedan alcanzar su máximo potencial de desarrollo, salud, bienestar y autonomía, implicando activamente a otros sectores de la sociedad y promoviendo la participación activa de los individuos.
El patrón epidemiológico dominante está representado por las patologías crónicas, de larga duración y progresión lenta, que causan mortalidad prematura, conllevan una limitación en la calidad de vida y provocan efectos adversos psicológicos, sociales y económicos importantes en familias, comunidades y la sociedad general. Ejemplos de ello son las enfermedades causadas por los Factores de Riesgo Cardiovascular, las Enfermedades Metabólicas y las Enfermedades Reumáticas y Musculoesqueléticas, las cuáles tienden a cronificarse y suponen la primera causa de discapacidad física asociándose a dolor crónico. Se calcula que las enfermedades crónicas causan el 80% de las consultas de Atención Primaria.
Los organismos nacionales y supranacionales que entienden y atienden este acuciante aumento de problemas de salud crónicos, coinciden en que el primer nivel de contacto con individuo y comunidad, la Atención Primaria, debe hacer efectivos los principios de prevención de la enfermedad y de promoción de la salud. Es el nivel apropiado para detectar y actuar sobre los determinantes de la salud más frecuentes y comunes a todas estas enfermedades, que pueden facilitar su aparición o empeorar su evolución. Todos ellos están relacionados con las conductas de salud, por lo que son modificables, destacando la inactividad física y el sedentarismo.
Las estrategias actuales para ganar salud y prevenir la enfermedad coinciden en la importancia de un enfoque integral de salud, con sus tres componentes inseparables, por lo que no debemos continuar centrando la atención casi exclusivamente en el componente físico de la salud, sino, además, reforzar el componente mental de salud o «salud mental», y el componente social de la salud.
1. Componente físico de la salud
Abordaremos fundamentalmente dos aspectos, considerados problemas de Salud Pública.
– La Obesidad es la enfermedad metabólica más frecuente en países industrializados, desde 1975 se ha casi triplicado en el mundo. Es en sí misma factor de riesgo de desarrollar diabetes mellitus II, enfermedad cardiovascular e hipertensión y cáncer.
En España, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es 53,6%
– La prevención del Riesgo de Fragilidad y la Discapacidad se encuentran entre las principales prioridades para un envejecimiento saludable. El ejercicio multicomponente se ha establecido como el método más eficaz para conseguirlo.
Según la OMS, la actividad física reduce un 30-40% la probabilidad de que personas de mediana edad y mayores desarrollen enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, cerebrovasculares, diabetes, sarcopenia y oncológicas. Por ello ha establecido sus Recomendaciones de Actividad Física, que han de fomentarse en el primer nivel asistencial desde la Fisioterapia, acompañando a la persona en la mejora de su funcionalidad física, guiándola para afrontar de manera activa sus dolencias y/o su miedo al movimiento (kinesiofobia), y acompañándola a crear conciencia y avanzar en su proceso de aumento de la actividad física, teniendo siempre en el centro del proceso sus necesidades y sus circunstancias.
Los Espacios EcoSanitarios son espacios salutogénicos en sí mismos, promueven la adquisición de estilos de vida no sedentarios invitando a la práctica de ejercicio físico regular dentro de un entorno social y medioambiental presente en el histórico cultural local, donde la opción saludable debe establecerse como la más fácil de elegir.
2. Componente mental de la salud
Los trastornos de salud mental y emocional se asocian con una menor calidad de vida, un alto costo económico y social y una mayor mortalidad. Son la tercera causa principal de años vividos con discapacidad, con una prevalencia global superior al 10%, siendo la ansiedad y depresión las que más bajas laborales causan.
Las intervenciones basadas en la incorporación de entornos naturales han demostrado ser efectivas para mejorar el estado de ánimo depresivo, reducir la ansiedad, mejorar el afecto positivo y reducir el negativo.
Son eficaces como respuesta terapéutica para gestionar problemas de salud mental preexistentes y como enfoque preventivo.
Los Espacios EcoSanitarios humanizan el entorno del centro de salud, enriqueciéndolo con espacios naturales, accesibles y benevolentes, sirviendo como herramienta para atenuar el dolor o el sufrimiento que a veces conlleva la sociedad actual, tan estresante, individualista, y cada vez más deshumanizada.
3. Componente social de la salud
Las conexiones sociales son vitales para el bienestar humano a lo largo de la vida, la ausencia de relaciones y de contacto social satisfactorios puede dar lugar a una no deseada soledad, definida como «experiencia desagradable que se produce cuando la red de relaciones sociales de una persona es deficiente en algún sentido importante».
La disponibilidad en el entorno de espacios amigables y de equipos de ejercicio al aire libre son una infraestructura ambiental perfecta para la conexión social sin costo para los residentes, brinda oportunidades para establecer encuentros intergeneracionales, evitar el aislamiento y proyecta comunidades más inclusivas y con conductas saludables duraderas.
Los Espacios EcoSanitarios son física, social y emocionalmente activos, pues promueven la Educación para la salud y facilitan la integración social. La transformación de estos espacios cercanos a los centros sanitarios, apoyados en la naturaleza, promueven la empatía, el cuidado al entorno y el sentido de pertenencia. Favorecen que las personas se conecten consigo mismas y entre sí, compartiendo experiencias, brindando apoyo y cuidados hacia los demás y abriendo la mirada hacia una sociedad más tolerante e inclusiva.
Dentro de los activos en salud de los que se dispone en Atención Comunitaria, debemos destacar el impacto y el peso que tienen la Naturaleza y los Espacios a la hora de fomentar los hábitos de vida saludables y cómo pueden mejorar nuestra calidad de vida, emociones, conductas e influir en que los aprendizajes que nos llegan, sean más significativos.
Según esta visión, es de interés valorar los espacios naturales y sociales del entorno del centro sanitario para darle la especificidad en el diseño e implementación de actividades orientadas a la mejora de la salud.
El objetivo es adelantarnos, salir del Centro de Salud, llevando la promoción y educación para la salud y la actividad comunitaria a la población, a la Comunidad. Transformar espacios y recursos ya existentes en activos para la salud en sí mismos, de forma que los profesionales sanitarios y sociosanitarios, puedan orientar en salud en un entorno comunitario y Ecosanitario, guiando y empoderando a la población hacia una vida activa y un envejecimiento saludable.
A. Espacio Natural
Zona, dentro de un entorno natural, que permite la realización de actividad física en contacto con la naturaleza y en un ambiente de ocio y participación, tanto individual como grupal.
Playas – Bosques – Montaña – Sendas naturales – Riveras fluviales
B. Espacio Saludable
Son zonas concretas dentro de un Espacio natural, bien definidas, con información concreta sobre el tipo de espacio y actividad para la que se define (ruta a pie, en bicicleta, dificultad, longitud, tiempo de duración, zonas de interés,
).
Aunque están bien definidos, no incorporan en sus estructuras zonas específicas para la realización de alguna actividad concreta que se oriente a mejorar la salud individual de la población.
Paseos costeros – Paseos fluviales – Rutas de senderismo – Rutas de montaña
C. Espacio EcoSanitario
Son Espacios Saludables que incorporan zonas donde se pueden realizar actividades específicas de mejora de la salud individual o grupal. Están diseñadas por profesionales sanitarios, y son trasladadas a la población en modo de actividad comunitaria participativa por los profesionales del Centro de Salud donde se encuentre este activo Comunitario.
Para poder definir un Espacio Saludable como Espacio EcoSanitario, debe adquirir el valor salud, y para ello, las zonas donde los profesionales sanitarios o sociosanitarios lleven a cabo su actividad comunitaria deben poseer unas características bien definidas.
A. Proximidad al Centro sanitario
Debe establecerse en un entorno cercano a donde los profesionales de la salud trabajan (centro de salud, residencia, centro de día, etc).
B. Zonas básicas del Espacio EcoSanitario
Contará con fuente de agua potable y con aseos públicos debidamente señalizados.
Desde Fisioterapia Comunitaria proponemos un mínimo indispensable de zonas básicas, no obstante, en su etapa de diseño pueden surgir nuevas ideas o modificaciones.
Todas las zonas estarán bien acondicionadas, serán accesibles, se mantendrán en buen estado a través de un mantenimiento regular y no tendrán barreras, para que ningún ciudadano quede excluido en su uso (caminabilidad, bancos, sombra, etc).
En cada zona básica, propondremos algún ejemplo sobre cómo la Fisioterapia Comunitaria puede aportar un plus al valor salud que ya tienen estos Espacios. No sobra decir que están a disposición de cualquier profesional, siendo, además, lo más aconsejable un trabajo interdisciplinar con una atención integral y centrada en las necesidades de la población.
– Zona de ejercicio físico aeróbico: ruta saludable
Los beneficios de la actividad física aeróbica para un envejecimientos libre de factores de riesgo cardiovascular presenta gran respaldo científico, por lo que es de imperativa necesidad crear rutas que inviten a ello.
Se trata de un trayecto para utilizar a pie o en vehículo pequeño con ruedas.
Debe informarse de sus características y su potencial en salud para que la población tome consciencia y gane autonomía en su actividad.
La señalización de la ruta y su información puede transmitirse con carteles, tótems, etc, siempre en los extremos de la ruta y, si fuera necesario, en intervalos.
Ejemplos de información sobre la ruta: tipo de ruta (circular), distancia, dificultad, etc.
Ejemplo de información sobre la actividad a realizar: recomendaciones de la OMS sobre ejercicio físico aeróbico (minutos/semana; pasos al día), intensidad de la actividad (test del habla), progresar en intensidad, gasto calórico, etc.
Ruta útil para un grupo de pacientes con patología cardíaca en fase III, donde el Fisioterapeuta orienta y da indicaciones sobre cómo gestionar la intensidad del trabajo para que, posteriormente, puedan continuar realizándolo regularmente con seguridad, de forma autónoma en pequeño grupo autogestionado.
– Zona de ejercicio de Calentamiento, Movilidad, Estiramientos
En ambos extremos de la ruta saludable es preciso hacer constar la importancia de la movilidad articular para mantener la funcionalidad y prevenir lesiones.
Se propone un tótem (podría utilizarse el anterior) con un código QR que da acceso a un vídeo guiado sobre esta modalidad de ejercicio.
Zona utilizada por un grupo de pacientes con kinesiofobia, miedo al movimiento, muy frecuente tras intervenciones protésicas musculoesqueléticas o en patología reumática con dolor. Desde la Fisioterapia se deben reforzar los mensajes destinados a reducir el miedo o la ansiedad sobre el dolor, pues un rol fundamental de la profesión es enseñar a gestionar de forma segura el movimiento y el dolor.
– Zona de ejercicio de Fuerza
El fortalecimiento muscular es imprescindible para prevenir la sarcopenia inherente al envejecimiento, el riesgo de fragilidad y la dependencia y discapacidad posteriores. El aumento de masa muscular es fundamental para una buena salud metabólica e inmunitaria, sin embargo, la población a partir de mediana edad desconoce sus beneficios y no se plantea llevar a cabo un entrenamiento de fuerza (incluso considera que coger peso está contraindicado en la patología musculoesquelética crónica).
Se propone una zona para llevar a cabo, como mínimo, 6 ejercicios de fuerza: 3 ejercicios de tren superior y 3 ejercicios de tren inferior.
Debe estar acondicionada con bancos y barra horizontal.
En el tótem debe aparecer información útil sobre la actividad: recomendaciones de la OMS sobre ejercicio de fuerza, descripción de los ejercicios (letra y dibujo), dosificación, y un código QR que dé acceso a un vídeo guiado con su explicación. Podrían establecerse diferentes grados de dificultad (inicio, medio y avanzado).
Zona imprescindible para un grupo de pacientes con dolor lumbar crónico y creencias limitantes sobre la actividad que pueden realizar. El fisioterapeuta indica la correcta dosificación de movimiento y la adecuada gestión de las cargas, lo cual reduce el dolor crónico y consigue modificar creencias erróneas sobre su patología.
– Zona de parque biosaludable
El impacto en salud que deberían tener estos gimnasios al aire libre en zonas urbanas o periurbanas debería ser reseñable, pues integran equipos para el desarrollo de resistencia aeróbica, fuerza muscular y movilidad articular, sin embargo, siguen estando poco frecuentados e incorrectamente utilizados.
Deben ser accesibles y seguros y contener de manera fácil y sencilla la explicación del uso de la máquina, con letra y dibujo, la musculatura implicada, y un código QR que dé acceso a un vídeo explicativo.
Zona para usuarios que para su tratamiento (o prevención) necesiten de la integración del ejercicio físico, y/o quieran continuarlo posteriormente por sus beneficios. La Fisioterapeuta explicará la forma correcta de su uso y prescribirá tablas de ejercicio específicas a cada paciente según su patología si fuese preciso.
– Zona de Actividades Grupales
Las actividades en formato grupal han demostrado favorecer la empatía, la interacción y cohesión social, la motivación al cambio y el aprendizaje.
Se genera un sentimiento de pertenencia al grupo, el cuál mejora el compromiso con sus compañeros y aumenta la adherencia a las diferentes actividades o programas propuestos.
En Fisioterapia, es zona idónea para realizar diversos programas grupales (de fortalecimiento de suelo pélvico; de personas con EPOC; de relajación y respiración consciente; fragilidad).
– Zona de Educación para la Salud
Se presenta un listado de charlas o talleres que los profesionales sanitarios y sociosanitarios realicen en esta zona, diseñados y coordinados en equipo, con un calendario mensual y/o anual; se realizarán actividades asistenciales, formativas e informativas a la población adscrita al Centro de Salud de referencia en ese entorno.
La aspiración final es que todas las personas, sanas y con patología, adquieran mayor conciencia sobre su propia salud y sobre el uso que hacen del sistema sanitario, que entiendan que ellas mismas deben ser agentes del cambio, ayudándolas a ser corresponsables en su calidad de vida a través de los cambios sobre esos determinantes de salud modificables.
2.2 Diseño de un Espacio EcoSanitario
Debe hacerse de forma rigurosa y ordenada, con una planificación previa. Es una oportunidad de integrar y coordinar los esfuerzos de promoción de la salud y prevención de la enfermedad entre todos los niveles, sectores y actores implicados, y además una demanda de nuestro entorno.
A. Mapeo del entorno del Centro de salud
Se establecerá una lista con los activos comunitarios próximos, su estado, su posible uso, etc.
B. Participación de la ciudadanía
El diseño de estos espacios está hecho para la Comunidad, y como tal, se debe hacer partícipe a la misma. El sentir poblacional, sus necesidades, ideas y expectativas deben ser tenidas en cuenta, aportan valor y sostenibilidad en el tiempo. Para ello se establecerá una red de contacto directo y continuo con asociaciones vecinales, culturales, de enfermedades, o de otra índole, para conseguir que toda la sociedad esté representada y siempre teniendo presente criterios de inclusión, capacidad y equidad.
C. Participación de los profesionales sanitarios
Los Espacios deben tener en cuenta a todos los profesionales sanitarios y sociosanitarios que formarán parte del proyecto, por lo que es conveniente crear un equipo de personal Comunitario que lleve a cabo reuniones periódicas y represente a cada una de las profesiones de salud.
Se deben identificar cuáles son los problemas de salud más prevalentes para poner el foco en la posterior intervención comunitaria en estos espacios.
D. Intersectorialidad
Para su desarrollo es fundamental que las entidades locales y autonómicas se comprometan con el proyecto y, por ende, con la ciudadanía, creando estos espacios de todos y para todos.
Su gran capacidad para recabar datos, realizar encuestas, comunicaciones, etc. hace posible identificar problemas de salud como soledad no deseada, dependencia, etc., lo que permitirá la planificación de intervenciones y la implementación de acciones para abordarlos.
Los gobiernos local y autonómico, sumándose a redes que fomentan y financian las propuestas de promoción de la salud, como la Red de Ciudades Saludables, Estrategias de Promoción de Salud, Planes locales de salud, … deben prestarse a la colaboración con los servicios sanitarios, poniendo a su alcance los medios de los que dispongan, para, entre todos, dotar y mejorar esos recursos comunitarios y transformarlos en activos de salud.
Desde el año 2023 las Fisioterapeutas Comunitarias del Área Sanitaria de Vigo han comenzado a transformar los Espacios Saludables del entorno del centro de salud en Espacios Ecosanitarios. Han llevado a cabo, en la medida de lo posible, parte de sus programas grupales para poblaciones clínicas fuera del centro de Salud, en su proximidad, en la Comunidad.
Para ello, en algunos Centros de Salud se han formado Equipos de Atención Comunitaria, abiertos a que cualquier profesional del centro comparta sus ideas, sentires y necesidades. Estos equipos interdisciplinares, donde la Fisioterapia Comunitaria ha liderado diversas iniciativas, han formado parte de mesas intersectoriales y han trabajado en sinergia con Ayuntamientos y Asociaciones, en red, con escucha y participación activas para la dinamización real de estas zonas.
Los pacientes de Fisioterapia que han realizado su tratamiento a través de Programas Grupales en estos Espacios EcoSanitarios han mostrado tener más adherencia no solo al cambio de hábitos frente a un aumento de la actividad física, sino a un cambio de rol social y una vida más integrada y plena en su comunidad. Finalizados los programas, muchos de ellos han continuado usando esos espacios en pequeños grupos autogestionados, convirtiéndose en agentes de salud para su entorno próximo.
Las desigualdades sanitarias pueden reducirse y las enfermedades pueden prevenirse prestando atención al diseño, a la construcción y a los entornos, a las ciudades y a los barrios, en los que viven las personas.
Este proyecto va más allá de la visión tradicional de la comunitaria como educación para la salud o talleres o charlas puntuales. Plantea diseñar espacios generadores de salud que quedarían ilustrados para iniciar Programas de prevención y promoción de la salud, que continuaría la población de forma autónoma, consciente y siendo parte activa para un envejecimiento funcional y vida activa, implicando a todos los sectores públicos y población en todas la etapas, desde su diseño, como planificación y uso.
Cualquier lugar es apto para para iniciar este proceso de cambio en nuestras diversas Comunidades Autónomas, con poblaciones de las más longevas del Mundo. Los años de vida los tenemos, lo que debemos ahora es darle vida a los años, pero fuera del centro de salud.