Santa María de la Paz, integrado en el barrio de Sanchinarro, convive de manera satisfactoria con vecinos y vecinas, así como con comercios, servicios públicos, centros de salud, centros escolares, etc., nutriendo, desde hace años, una red de ayuda que potencia y facilita nuestra acción transformadora de la sociedad. Motivados por este sentimiento de pertenencia en nuestro entorno y movidos por la inquietud de favorecer la inclusión de las personas a las que atendemos, iniciamos, hace casi 17 años, una relación con los centros escolares de la zona. Inicialmente, profesionales del centro, acudíamos a las instituciones educativas para contar una realidad invisible, alejada de las propias experiencias personales que vivíamos y conocíamos diariamente. En una etapa posterior, se unieron residentes del Centro que deseaban que su historia de vida traspasara las paredes del albergue. Sin embargo, según fuimos transmitiendo esta realidad, vimos la necesidad de ser nosotros los que recibiéramos en el HOGAR Santa María de la Paz a grupos de escolares. Movidos por nuestro ideario de Hospitalidad, comenzamos a acoger a una parte de la joven sociedad que nunca había estado en contacto con esta realidad. Nuestra intención: implicar al alumnado en todo lo que significa el Centro y su repercusión en la sociedad.
De esta forma, como respuesta a una demanda social, nace el proyecto UNIVIDA (Universidad de la Vida) buscando ser una herramienta que: INFORMA, EDUCA Y SENSIBILIZA a la sociedad, desde nuestra realidad cotidiana de atención a la Persona en situación de sin Hogar.
En la actualidad este proyecto UNIVIDA se materializa en una actividad que se desarrolla en el centro mediante la acogida de: Centros Escolares, Universidades, Empresas e Instituciones interesadas en conocer las historias de vida y esperanza de las personas que atendemos.
Los motivos que nos llevaron a iniciar esta acción de sensibilización y que, hoy, nos impulsan a continuar invirtiendo los recursos humanos y materiales necesarios para mantenerla viva, se concretan en ofrecer lo mejor a los agentes implicados a través de tres aspectos relevantes que se enfocan en la persona, protagonista o espectadora activa en el proyecto:
Una de las motivaciones más importantes son las personas a las que atendemos y el gran impacto positivo, en el aspecto relacional, que genera la creación de vínculos de confianza. A través de esta actividad, creamos espacios donde hacer consciente a la persona, que muchas veces acude rota a nuestro recurso, que puede y debe participar de la sociedad a la que pertenece, generando situaciones donde se trabaje la autoestima, a fin de evitar el aislamiento. El debate actual, en lo que respecta a la participación en el entorno de la exclusión social, se centra en la dificultad que las personas en situación vulnerable encuentran a la hora de formar parte de su comunidad. Apostar por mantener un centro abierto a la comunidad, genera un impacto positivo y directo en las personas a las que acompañamos, además de repercutir de manera muy potente en nuestro entorno. Estas relaciones, que se generan en el propio centro, motivan a las personas en situación vulnerable a relacionarse en otros contextos, impulsando y favoreciendo la creación de nuevas redes sociales, la mejora de la propia red (en el caso de que ésta exista) y la recuperación o mejora de las relaciones familiares.
Otro de los pilares que nos impulsa a llevar a cabo esta actividad de sensibilización, es el visibilizar la realidad que acogemos en Santa María de la Paz, invitando a la gente a participar de nuestro proyecto. Abrir las puertas y dar a conocer la realidad de las personas acompañadas, mediante su relato de vida contado por ellas mismas, no solo ayuda a la persona a sanar sus heridas, sino que produce un gran impacto en quien escucha, quien posteriormente, transmitirá esta experiencia vivida en su entorno más cercano, contando lo que hacemos y cómo lo hacemos y contagiando a numerosas personas que, con su apoyo, hacen posible la continuidad del programa y la configuración de comunidades de aprendizaje y sensibilización que conectan, en el caso de los centros educativos, con metodologías activas centradas en el aprendizaje-servicio.
El tercer motivo que nos empuja, no menos importante, es el de ofrecer un entorno de desarrollo personal, no sólo para las personas acogidas, sino, para otros sectores de la sociedad que deseen formar parte de una comunidad solidaria, inclusiva y justa. En los últimos años hemos percibido un interés especial en nuestro entorno comunitario, para poder conocer, difundir e implicarse, en nuestra misión de acogida, apoyo y transformación social. Nos referimos especialmente al mundo educativo en sus niveles finales del Ciclo obligatorio y Universidad, así como al ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa, de amplia implantación en todo el mundo de la empresa, cuyo meta es la contribución activa y voluntaria a la mejora social
Múltiples son los beneficios que el proyecto UNIVIDA aporta a las personas que acogemos y acompañamos, siendo diversos los grupos sociales que se acercan a nuestro programa, movidos, en la mayoría de los casos, por un gran compromiso solidario con su comunidad. Si bien es cierto que medir el impacto social generado es complicado, podemos afirmar, sin ninguna duda, que esta acción ha generado una riqueza de experiencias positivas, tanto en las personas atendidas, como en nuestro entorno más cercano, y que ha posibilitado la creación de un gran y potente ecosistema solidario.
Podemos concretar los objetivos que perseguimos con este proyecto, en los siguientes:
?Fomentar la participación de las personas acompañadas en la vida comunitaria, como agentes de voluntariado y sensibilización, con el fin de lograr la recuperación del sentido de vida, la creación y mantenimiento de vínculos comunitarios y la visibilización de las situaciones de vulnerabilidad y/o exclusión social.
?Favorecer espacios de escucha y entendimiento donde conectar experiencias humanas y vitales, desde el interés por una alteridad y comprensión plena de la persona.
?Idear acciones dirigidas a activar y sensibilizar a diferentes sectores de población, generalmente alejados de la vulnerabilidad y exclusión social, con el fin de crear redes de inclusión reales y efectivas, mediante la creación de espacios seguros y amigables, donde todos los actores implicados, puedan cooperar en el desarrollo pleno de una comunidad solidaria.
?Mantener la tendencia de Centro Abierto a la Comunidad, para dar a conocer la actividad del centro, así como para fomentar la interacción y favorecer vínculos con el entorno.
Para contextualizar nuestro proyecto de UNIVIDA, es necesario conocer un poco de nuestra historia. El 15 de diciembre de 1981 abrió sus puertas el Centro de Acogida Santa María de la Paz en un edificio cedido por las Religiosas del Sagrado Corazón en Pio XII. Los primeros doce residentes pudieron beneficiarse en un primer momento de alimento, cama, ropa limpia y televisión. Se pusieron en marcha los primeros talleres: pinzas, fabricación de bolsas de papel, ensamblaje de cajas de cartón y algunas manualidades. En pocos meses el número de personas acogidas ascendió a sesenta. Gracias a las subvenciones y donativos, se fueron cubriendo las necesidades diarias más perentorias. A medida que se dispuso de un mayor número de camas, se pudo ir acogiendo un grupo más numeroso de personas, bien derivadas del Albergue San Juan de Dios o bien aquellas que se presentaban espontáneamente en el Centro. En el año 1986 se produce un traslado al actual barrio de Sanchinarro, perteneciente al distrito de Hortaleza, cambiando la ubicación de una zona urbana a otra zona, en aquellos momentos, rústica. En el año 2010, con el cambio de Dirección, se intentó iniciar un proceso profundo de cambio: de un modelo basado en la asistencia a las necesidades básicas de los usuarios a un modelo de intervención centrado en la persona, a través de la organización basada en procesos de mejora continua de la calidad. En este periodo, se abordaron cambios significativos en la dinámica del Centro y se elabora un Manual de Gestión de Calidad basado en la Norma ISO 9001-2008 que permitieron la elaboración de una documentación básica necesaria, así como algunos registros fundamentales para el desarrollo de la actividad del Centro. Es relevante señalar que, se presentaron dificultades en determinados residentes acostumbrados a una dinámica exclusivamente asistencialista, en la que generar cambios orientados a una mayor participación e implicación en los procesos de mejora personal resultó ser muy complicado. En el año 2014 la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, en aquel momento Provincia de Castilla, se hizo cargo del Centro como Entidad Rectora constituyéndose la Comunidad de Hermanos, con el Hermano Juan Antonio Diego como Superior. La presencia de los Hermanos genera un gran impulso a este Centro en cuanto a la potenciación de la Obra Social y al cambio de imagen de este, como espacio residencial más acogedor para las personas atendidas. Se tomaron también un conjunto de medidas de cara a la Humanización en la Asistencia. Cuando la Orden se hizo cargo del Centro existía un estudio sobre el estado estructural del edificio, en el que se señalaba la necesidad de hacer una alta inversión ante los daños estructurales que presentaba, debido a que, en su día, se llevó a cabo la construcción con escaso presupuesto. Esta situación planteó la necesidad de construir un nuevo edificio que los Hermanos de San Juan de Dios asumieron. Se inician, por tanto, las obras de un nuevo edificio, al que se produjo el traslado en el verano de 2017. Esta nueva edificación supuso una importante mejora en cuanto a las condiciones de alojamiento ofrecidas a las personas que se atienden en Santa María de la Paz. El nuevo Centro permitió, desde un punto de vista funcional, mejorar la calidad de la atención conforme a las nuevas exigencias actuales y también más acordes con las líneas estratégicas que se están elaborando por las Administraciones, para la atención de personas que se encuentran en situación de sin hogar o exclusión residencial. Este salto cualitativo en la atención supuso un impulso en la mejora y calidad de vida de las personas atendidas.
La experiencia, en estos casi ocho años desde que se estrenó el nuevo edificio, ha demostrado que, un entorno confortable y cuidado, ayuda a generar las condiciones deseables para fomentar un interés por la mejora personal, la reconstrucción del propio proyecto vital y la motivación necesaria para volver a participar de forma activa en la comunidad. La coordinación con los recursos tanto públicos como privados de la red de atención a personas sin hogar en Madrid, así como con los servicios sociales de atención primaria y dispositivos sanitarios, se hace imprescindible para conseguir un efectivo trabajo en red dentro del sector. Pero no solo debemos poner el foco en el edificio principal: el HOGAR de Santa María de la Paz es algo que va más allá de las paredes visibles. Nuestro Centro es, actualmente, un espacio abierto que se nutre del barrio, de sus gentes y de todos y todas aquellos y aquellas que quieran participar de nuestro proyecto. Gracias a la creación de diversos espacios compartidos, Huertos Urbanos, Mercadillo Solidario, Actividades UNIVIDA, o el Espacio Social El Foro, podemos contar con espacios de confianza donde interactuar desde una horizontalidad real, que favorece y potencia la inclusión efectiva.
Nuestro fin, por tanto, es acoger de forma cercana y humana a todas las personas que llegan a nuestro Centro, siendo nuestra MISIÓN principal:
Prestar una atención integral a las personas en situación vulnerable, facilitándoles alojamiento y manutención con el fin de mejorar su calidad de vida, fomentando la participación activa y real en la comunidad, favoreciendo procesos de inclusión social y trabajando en la visibilización de las causas y consecuencias que afectan a las personas acompañadas, de cara al resto de la sociedad, siendo agentes de sensibilización y transformación social.
Esta idea es la que nos empuja desde hace años a alimentar un ecosistema del que forman parte las personas a las que atendemos, trabajadores y trabajadoras del centro, voluntariado, empresas, centros educativos, universidades, vecinos y vecinas del barrio y entidades del Tercer Sector de acción social, que, con su apoyo a Santa María de la Paz, favorecen la creación de una gran red de inclusión. Nuestra meta es llegar con el proyecto UNIVIDA al mayor número de personas posible, con el claro y necesario objetivo de que estas actúen como altavoz de las diversas realidades que acompañamos en el centro.
El programa presentado en este documento, UNIVIDA, se ofrece a: Colegios públicos, concertados y privados, en los niveles de educación primaria, educación secundaria obligatoria y bachillerato, universidades y mundo de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) empresarial.
Este proyecto, a través de sus actividades, se realiza en el propio Centro y se lleva a cabo durante todo el año, ofreciendo a los diferentes agentes a los que va dirigido su participación en ella a demanda, incorporando la agenda de actividades UNIVIDA al cronograma general del centro. Nuestro interés es el de acoger en la actividad a todas aquellas personas interesadas que así lo soliciten, pero partiendo siempre del respeto por la vida del centro y en especial por las rutinas de las personas acogidas, puesto que, para estas, Santa María de la Paz es su hogar.
La actividad del proyecto UNIVIDA se desarrolla de la siguiente forma:
Visita al centro acompañada por las/os profesionales de referencia de la actividad, de un máximo de dos/tres horas.
Acogida a grupos, principalmente, no superiores a 30 personas.
La visita comprende tres fases:
?FASE 1, Una presentación/introducción inicial del Centro: historia, objetivos y modelo de acompañamiento.
?FASE 2, Un recorrido simbólico y funcional, por los espacios del Centro más importantes y significativos.
?FASE 3, Visualización del trabajo dramático del grupo de Teatro denominado Monólogo* con un posterior diálogo directo, incisivo y muy testimonial, con las personas atendidas en el centro que, de manera voluntaria, participan en esta obra y diálogo posterior.
Monólogo * herramienta utilizada en la actividad UNIVIDA, que consiste en un relato escénico (historia elaborada con retazos de diferentes relatos de vida en calle) en forma de teatro leído en el que un lector da expresión al texto, mientras un grupo de residentes con máscaras van configurando un muro-pancarta con una frase reivindicativa, e iluminadora, de la situación de las Personas en situación de sin Hogar.
Esta actividad se desarrolla íntegramente en el centro Santa María de la Paz y en ella participan de manera directa:
Residentes del centro Santa María de la Paz. Participan en la FASE 3.
Una profesional de trabajo social, integrante del Área de Solidaridad del centro. Participa en las FASES 1, 2 y 3.
Un Hermano de la Orden de San Juan de Dios, responsable del Área de Solidaridad del centro y Subgerente. Participa en las FASES 1, 2, 3.
Las personas beneficiarias de la actividad son:
Las propias personas acompañadas, como foco de nuestra intervención. Desde la voluntariedad en su participación, compartiendo su relato de vida.
Las personas que forman parte de los grupos que acuden para participar en la actividad y que nos permiten generar estos espacios de confluencia de distintos grupos sociales, movidos todos ellos, por una actitud de respeto hacia la persona y por un carácter solidario.
Para el desarrollo de esta, se cuenta con un espacio donde acoger grupos de máximo 100 personas, espacio al que llamamos Salón Granada, así como el material de atrezo utilizado por las personas residentes del centro, que participan en el Monólogo: cajas personalizadas con texto y máscaras.
La alta demanda generada para participar en esta actividad, por parte de centros escolares y empresas que directamente contactan con nuestro centro, es uno de los mejores indicativos del valor que tiene esta actividad y del elevado impacto que está generando en nuestro entorno. Durante el año 2024, hemos acogido en esta actividad a más de 3000 personas de diferentes centros escolares y del ámbito empresarial.
Se puede decir que hay una primera constatación, sobre el terreno, con todos los grupos (actualmente venimos teniendo una media mensual de 4/5 grupos), de una reacción muy positiva desde el gran desconocimiento existente de la realidad que atendemos, así como de los dispositivos de atención a personas en situación de sin hogar (historias de vida, instalaciones y espacios de atención, modelo de acompañamiento, etc.).
Una segunda constatación, que nos reafirma, en la necesidad de continuar con este proyecto, es la propia implicación de las personas atendidas en el centro. La experiencia de ponerse delante de otras personas extrañas a esta realidad (jóvenes o no) y hablar de sus vidas, de sus experiencias, sueños y frustraciones
favorece la creación de un espacio dónde desarrollar la potencialidad de la persona, mejorar la autoestima y sanar heridas.
Con la finalidad de avanzar y evolucionar al ritmo que marcan los cambios que se producen en nuestro contexto social y con un destacado interés, porque el proyecto UNIVIDA cumpla el fin por el cual fue creado: llegar al máximo número de personas, así como generar un gran impacto en sus vidas, se realiza su evaluación cualitativa y cuantitativa, así como un activo seguimiento, que se desarrolla como se expone a continuación:
?Regularidad: Se establecen 3 evaluaciones intermedias y procesales, una por cuatrimestre, donde se pueden realizar las modificaciones o adecuaciones en lo que respecta al formato de la actividad, recogida y valoración del número de personas que han participado hasta la fecha y aspectos relativos a la planificación de la actividad (calendario).
Se realiza una cuarta evaluación, evaluación final, al terminar el año, donde se procede a la valoración del impacto generado durante los doce meses de desarrollo de la actividad: número de personas que se han beneficiado de esta, comparación de datos con respecto al año anterior y posibles cambios y mejoras en la estructura de esta.
?Comité responsable: El comité evaluador responsable de hacer el seguimiento y evaluación de esta actividad está formado por las y los profesionales que han participado en el desarrollo de la actividad durante el año. Este comité favorece un espacio de participación en el proceso evaluación a las personas atendidas en el centro que, de manera voluntaria, participan en la misma. Estas personas podrán, a lo largo del desarrollo de la actividad, aportar sugerencias y observaciones, con el fin de ir actualizando y mejorando esta acción de sensibilización.
?Ámbitos de evaluación: Los ámbitos a tener en cuenta para la evaluación de esta actividad son:
I.Número de entidades (colegios, universidades y empresas), que han participado en la misma.
II.Percepción previa y posterior a la realización de la actividad, por parte de los grupos participantes del centro, sentido de la tarea social que realizamos en el mismo, así como, de la realidad más vulnerable de nuestra sociedad.
III.Percepción posterior de los beneficios identificables, por parte de las personas alojadas en el centro, que han participado en la actividad.
La evaluación es una herramienta e indicador de logro fundamental, que nos permitirá saber de forma veraz y objetiva si estamos cumpliendo la finalidad marcada para nuestra actividad UNIVIDA y que nos dará la información necesaria para lograr que esta acción genere el mayor impacto posible en nuestro entorno.
En lo referente al carácter innovador de esta acción de sensibilización, destacamos:
La generación de espacios compartidos, en el propio dispositivo, que posibilitan la participación de las personas que atendemos en la esfera afectivo-emocional y que permiten a estas relacionarse con personas de diferentes contextos y grupos sociales, de diversas edades y con muy diferentes perspectivas ante la vida. Gracias a estos espacios que dignifican, las personas a las que acompañamos van recuperando el interés por participar de nuevo en su comunidad.
La apertura del Centro a la comunidad, hecho que favorece la consecución de experiencias muy positivas, tanto dentro como fuera del recurso y que genera un impacto de enorme valor para las personas que acuden a conocer nuestro centro y para las personas que viven en Santa María de la Paz. El intercambio de experiencias vitales, en un entorno como el nuestro, donde se atiende la exclusión, debe partir de una actitud positiva, donde el mensaje sea que todas las personas formamos parte de una gran red capaz de generar cambios sociales importantes.
La Inclusión real y efectiva y la ruptura de estigmas generados ante la vulnerabilidad, por parte de algunos grupos de población, solo puede logarse si invitamos a la gente a conocer y entender. Es en este punto, donde radica el valor añadido de esta actividad. No solo importa lo que se cuenta, el contexto donde se transmite el mensaje es fundamental. Es por ello, por lo que, la actividad de UNIVIDAD, es una actividad realizada en el propio centro, considerando fundamental contar la realidad que atendemos, a través de un recorrido por los espacios de este hogar.
El proyecto, y su actividad central presentada en este documento, UNIVIDA, es fácilmente trasferible a cualquier otra entidad que trabaje en la acogida y/o acompañamiento de personas en situación vulnerable y sientan la inquietud y responsabilidad de participar en su entorno comunitario, visibilizando las causas y consecuencias que dificultan el desarrollo de un proyecto de vida digno de las personas atendidas.