Ribera Salud Grupo tiene como objetivo mejorar la atención y apoyo a los cuidadores a través de la formación durante la estancia hospitalaria del paciente. Los profesionales del servicio de hospitalización del Hospital Universitario de Vinalopó se involucran en la participación y enseñanza del familiar en el cuidado creando La Escuela de Familias, en la que se realizan sesiones a cuidadores de pacientes hospitalizados para instruirlos en las áreas principales del cuidado en domicilio.
Sin embargo, el proceso de envejecimiento supone un cambio en los patrones de enfermedad y muerte convirtiendo a las enfermedades crónicas en las más prevalentes en las personas más mayores. Estas enfermedades, producen limitaciones funcionales para las actividades cotidianas básicas o de autocuidado.
El envejecimiento de la población presenta, además de retos, una serie de oportunidades para que las sociedades se reorienten.
Una de las consecuencias más importantes de este proceso de envejecimiento es la necesidad creciente de apoyo para atender a las personas dependientes en las actividades básicas de su vida diaria. Esta responsabilidad del cuidado, en la mayoría de las familias, recae en una única persona, la cuidadora principal, que asume múltiples tareas, dedicando tiempo y energía durante un periodo prolongado, habitualmente sin preparación para afrontar la diversidad y complejidad de situaciones que los cuidados conllevan, con el consiguiente impacto físico y psicológico sobre su propia vida. Estas circunstancias plantean un reto al que tiene que adaptarse nuestro sistema de salud para dar respuesta a las necesidades de cuidados y atención a las personas dependientes. Dado que el cuidado familiar continuará teniendo una presencia importante en nuestra sociedad, es necesario ofrecer herramientas a los cuidadores principales para que puedan abordar su problemática, ofreciendo el soporte asistencial necesario para minimizar los efectos negativos que genera el cuidado y asegurar la permanencia del paciente en el domicilio con las mejores condiciones de vida para él y su familia.
.- Implementar La escuela de Familias en el servicio de hospitalización, adaptándose a las necesidades de los asistentes de cada sesión.
.- Concienciación de la importancia de cuidados en los pacientes con movilidad reducida.
.- Formación a los familiares/cuidadores principales en la atención básica de la persona con movilidad reducida.
.- Prevención de úlceras por presión y caídas y aspectos generales de movilización del paciente.
.- Fomento de conductas saludables y preventivas que favorezcan el bienestar del paciente y que impidan la aparición de complicaciones.
.- Talleres formativos accesibles a todos los familiares.
La importancia del rol de educador en salud, parte del grado de convicción que este ejerce en el paciente y la familia, orientando para que se obtengan competencias que los lleven a tomar el mando de su salud y la de los suyos, lo cual los llevará a obtener una mejor calidad de vida con base en cambios ambientales y de comportamiento por formas de vida más saludables.
En este sentido, el profesional de enfermería tiene la responsabilidad, de enseñar tanto a pacientes como a sus familiares, con el fin de que obtengan un estado óptimo de salud. En atención primaria y especializada, el profesional tiene un papel cada día más relevante como educador de salud.
Mediante las actividades que realizan las enfermeras, se ayuda a individuos y familias a tomar decisiones o comprometerse con las actividades que favorecen la promoción de la salud, esto con la finalidad de lograr empoderamiento de la población.
La función de una profesión es la responsabilidad que tiene en la sociedad. En el caso de Enfermería, la responsabilidad, la razón de ser es cuidar.
La promoción de la salud por enfermeras puede conducir a muchos resultados positivos, adherencia, calidad incluida de vida, el conocimiento de sus pacientes y sus familias, de la enfermedad y autogestión.
Las unidades de Hospitalización prestan cuidados a pacientes y familiares durante un período de tiempo determinado. Durante la estancia pueden acontecer problemas de salud que limiten la capacidad de independencia de los pacientes y la preocupación de las familias por este cambio, así como la continuidad del cuidado, y su próximo traslado al domicilio.
La atención a la salud en el paciente hospitalizado es considerada, a nivel mundial, uno de los servicios con mayor demanda social, dándole especial relevancia a una atención individualizada. La percepción de familiar/acompañante se guía por ciertas expectativas, que se ven modificadas según las actividades y cuidados que brinda el personal de la salud. Aquí es donde se refleja el grado de satisfacción de esta atención.
La comunicación efectiva con paciente y familiar es fundamental para lograr un mayor grado de satisfacción y en consecuencia lograr una participación del familiar/acompañante en el proceso de recuperación de la salud y cuidado del paciente.
Los profesionales del servicio de hospitalización del Hospital Universitario de Vinalopó se involucran en la participación y enseñanza del familiar en el cuidado. Conscientes de esta situación y de esta necesidad sentida, el equipo de enfermería presentó este proyecto de Escuela de familias al comité de cuidados departamental y a la dirección de enfermería con los siguientes objetivos:
Concienciar de la importancia de cuidados en los pacientes con movilidad reducida.
Formar a los familiares/cuidadores principales en la atención básica de la persona con movilidad reducida para aumentar su nivel de conocimiento al respecto.
Prevenir de úlceras por presión y caídas y aspectos generales de movilización del paciente.
Fomentar de conductas saludables y preventivas que favorezcan el bienestar del paciente y que impidan la aparición de complicaciones.
Los profesionales del servicio de hospitalización (enfermería y TCAE) realizan captación activa de familiares que se pueden beneficiar de estas sesiones. La captación de los cuidadores durante su estancia hospitalaria permite proporcionar una formación específica que sirva para la formación de los mismos en el ámbito sanitario. Además, les permite aplicar las intervenciones más adecuadas y evaluar los resultados.
La identificación se realiza a través de las actividades comunes durante el ingreso en las que detectan a aquellas personas que desempeñan el rol de cuidadores de pacientes dependientes. O bien, a través de la propia demanda del cuidador a través de la difusión mediante carteles ubicados en las diferentes unidades de hospitalización. Al mismo tiempo, el departamento de comunicación realiza publicidad de La Escuela de Familias en las pantallas de televisión de las habitaciones y cafetería y realiza cartelería para dejarla en la habitación al ingreso de cada paciente.
Las sesiones de esta Escuela son impartidas en una sala habilitada para ello, imitando una habitación estándar de un domicilio. Son impartidas por personal de enfermería y TCAE de referencia, y tienen una duración de entre 1h-2h. Además, se realizan también simulacros prácticos con los asistentes.
Durante el tiempo que duran estas sesiones se acuerda con facultativo el no informar sobre la evolución del paciente para así evitar la ansiedad del familiar de no estar en la habitación en ese momento y facilitar la asistencia. Para finalizar las sesiones, al familiar se les facilita una carpeta informativa con lo impartido en la sesión para poder consultarlo ante cualquier duda.
– Síntomas y síntomas de alerta
– Cuidados básicos
– Higiene personal y postural
– Movilizaciones
– Manejo y administración de medicamentos
– Prevención de UPP y caídas
– Alimentación
Tras finalizar los talleres se realiza una encuesta de satisfacción de detección de necesidades para establecer áreas de mejora.
De los 80 cuestionarios realizados tras las sesiones, en realización al grado de satisfacción con una escala en la que 1 es nada satisfactorio y 5 altamente satisfactorio, el 76% respondió altamente satisfactorio y el 24% muy satisfactorio.
En cuanto a la pregunta de si los contenidos responden a las necesidades de los familiares, el 80% responde altamente satisfactorio, el 10% no responde y el 10% responde muy satisfactorio.
Y ante la pregunta de la recomendación del taller a otros cuidados, el 100% responde que sí, siendo altamente satisfactorio.
Esta iniciativa, permite iniciar lo aprendido durante su ingreso y resolver dudas previas al alta. Con todo ello, conseguimos aumentar el grado de satisfacción de la familia y paciente durante el ingreso y al alta.
Una adecuada valoración y formación del cuidador principal ayuda a establecer actuaciones eficaces que brinden apoyo para ofrecer mejores cuidados.
Con estas sesiones se ve reducido el grado de de ansiedad y/o preocupación del familiar al enfrentarse a una nueva realidad al alta.
La familia es capaz de asumir nuevos retos en su papel de cuidador principal, así mismo conocen las causas de las principales complicaciones que pueden ocurrir y las herramientas para evitarlas o tener recursos para saber tratarlas.
Todo ello concluye con una mejora en los cuidados que se le dan al paciente.