La implementación de esta política busca humanizar el servicio de urgencias, reduciendo los riesgos asociados con retrasos en la atención y garantizando que los recursos disponibles se utilicen de manera óptima.
1. Priorización efectiva: Establecer procedimientos claros para identificar y priorizar a los pacientes vulnerables.
2. Minimización de riesgos: Reducir los tiempos de espera para estos grupos, minimizando complicaciones asociadas a retrasos.
3. Humanización del servicio: Ofrecer un trato digno, empático y respetuoso hacia los pacientes y sus familias.
4. Capacitación del personal: Sensibilizar y formar a todo el equipo para implementar esta política de manera eficiente.
El proceso de triage es el primer punto de contacto para los pacientes en urgencias. Para garantizar la priorización de los grupos vulnerables:
El personal de triage recibirá formación específica para identificar rápidamente estos grupos.
Los pacientes serán evaluados según los criterios establecidos en la escala del hospital (Triage Manchester).
La priorización se complementará con la identificación de pertenencia a uno de los grupos prioritarios.
Señalización
Los pacientes identificados como prioritarios recibirán un distintivo visible en su hoja de triage (color rojo).
Esta señalización será reconocida inmediatamente por todo el personal médico, de enfermería, Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería y celadores.
Atención médica prioritaria
Los pacientes prioritarios serán evaluados y atendidos antes que otros pacientes del mismo nivel de urgencia.
Se establecerán flujos de atención específicos para evitar demoras, incluyendo acceso directo a consultas o áreas de tratamiento cuando sea necesario.
Coordinación entre el personal
Responsabilidad compartida: El personal de triage, médicos, enfermería, Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería y celadores trabajarán de manera coordinada, asegurando que los pacientes identificados como prioritarios sean atendidos de forma priorizada según lo descrito anteriormente.
Humanización de la Atención
Trato empático: Garantizar que el personal ofrezca una comunicación clara, respetuosa y compasiva.
Acompañamiento: Facilitar que un familiar o acompañante esté presente, siempre que sea posible.
Entorno adaptado: Asegurar áreas cómodas y accesibles para pacientes vulnerables, minimizando el estrés y la ansiedad.
Se implementará un programa de formación continuo que incluirá:
Sensibilización sobre las necesidades específicas de los grupos prioritarios.
Técnicas de comunicación y trato humanizado.
Actualización en protocolos de triage y atención prioritaria.
Simulacros y casos prácticos para reforzar la capacitación.
Indicadores clave: Tiempo medio de atención para pacientes prioritarios, tasas de satisfacción del paciente y su familia.
Encuestas: Opiniones de los pacientes y el personal sobre la implementación de la política.
Auditorías: Revisión periódica de casos para garantizar el cumplimiento de los procedimientos establecidos.
Informes: Elaboración de reportes semestrales para analizar resultados y proponer mejoras, socializando los resultados al equipo de atención.